Confiar en Dios
Mateo 28:20: “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. A medida que Dios sana nuestra alma, notamos que nos hacemos más fuertes y tenemos más confianza. Con cada paso de sanación, É l lidera nuestra transformación, y vemos que es fiel y confiable, como consecuencia esa confianza en Dios aumenta. La vida se vuelve más fácil y más disfrutable cuando nos deshacemos de las dudas e inseguridad. Cuando tenemos confianza, creemos y sentimos la certeza que podemos hacer algo, y esta credibilidad no llena de poder para vivir y tener coraje, alegría y esperanza en lo que anhelamos. Una persona con confianza puede mirarse al espejo cada día y decir: “Tu y Dios juntos pueden hacer cualquier cosa que necesites hacer hoy” El componente más importante de la confianza nace al saber de quien proviene. Algunas personas pueden desarrollar una actitud de confianza en ellos mismos, pensando: “yo puedo hacer esto” y “yo tengo lo que se necesita, no importa lo