No tiene sentido


¿No es cierto que a veces te piden creer en algo sin sentido?

El mismo Dios, ¿verdad que muchas veces no tiene ni pies ni cabeza por lo que te hace pasar?

¿Te lo preguntaste?. Yo si, muchas veces.

Dios permite situaciones en tu vida, en tu trabajo, en el seno de la familia, que parecen no tener sentido, no es lo que tú habías soñado. Frecuentemente lo tienes todo planificado, y zás, algo sucede. El hermoso plan, sin aparentes fallas se viene abajo como un castillo de naipes al agregarle la última carta.
Habías cuidado hasta los últimos detalles, habías repasado cada etapa, cada hito de tu bien elaborada trama. 

Imposible de fallar. Pero falló.

Y lo peor es que tú suponías que Dios te estaba apoyando, es más, que todo venía de El, que te estaba bendiciendo, hubieras jurado escuchar su voz mientras planeabas todo. Sigue, sigue.
Pero hay un detalle, ¿cuántas veces pensaste, durante la etapa de planeación, y luego al comenzar a ejecutar tu obra, que estabas trabajando para El?

Ese es el punto, confiamos en nuestras circunstancias, en resolverlo todo nosotros, si se presenta este escollo, hago esto, si el otro, tengo una solución, plan B, plan C. Pero no plan D (de Dios).
Hoy tenemos que aprender que en cada paso, en cada escalón, debemos confiar en Dios.

Dice el Salmo 127:1:  “Si el Señor no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican”

Hoy te dice Dios: Anímate

Mientras estés sirviendo a Dios en lo que haces, incluso tu trabajo normal, tus planes, tu casa, tu familia; haces lo que se supone que debes hacer. Incluso si estás sin trabajo, el tiene tareas para tí.
Pronto El restaurará tus sueños en una forma que no soñaste, poderosa e inesperada.

Oremos juntos: Amado Dios, gracias por esta situación que estoy pasando, aunque estoy confundido, trabajaré esperando en Tí. Bendice la obra de mis manos. Gracias
En el Nombre de Jesús. Amén

Bendiciones,
Te saluda tu hermano en Cristo.
Roosevelt Altez


Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser bondadosos con los demás

Confiar en Dios

¿Saldrías sin saber a dónde vas?